Nuevas revelaciones sobre el asesino de Shinzo Abe: rencor por una secta y la bancarrota de su madre - LA NACION

2022-07-23 01:49:34 By : Mr. PERIC CHINA

NARA, Japón.- El hombre que mató a Shinzo Abe creía que el exlíder japonés estaba vinculado a un grupo religioso al que culpaba de la ruina financiera de su madre, y pasó meses planeando el ataque con una pistola casera, según informó la policía japonesa.

Tetsuya Yamagami, un desempleado de 41 años, fue identificado como sospechoso después de que se viera a un hombre en los videos mostrados en la televisión acercándose tranquilamente al expremier desde atrás.

Con anteojos y pelo desgreñado, el sospechoso fue visto entrando en el camino detrás de Abe, que estaba de pie en una rampa en un cruce, antes de descargar dos disparos con un arma de 40 centímetros de longitud envuelta en cinta negra. Fue abordado por la policía en el lugar del ataque.

Yamagami era un solitario que no contestaba cuando se le hablaba, dijeron sus vecinos a la prensa. Creía que Abe había promovido un grupo religioso al que su madre arruinó haciendo donaciones, según fuentes de la investigación.

“Mi madre se vio involucrada con un grupo religioso y eso me causaba rencor”, dijo el sospechoso a la policía, que se negó a comentar los detalles que los medios japoneses indicaron sobre el motivo o la preparación del magnicidio. Los medios de comunicación no nombraron al grupo religioso con el que supuestamente estaba molesto.

Yamagami preparó el arma con piezas compradas en Internet y pasó meses planeando el atentado, incluso asistiendo a otros actos de campaña de Abe, entre ellos uno celebrado un día antes a unos 200 km de distancia. Había considerado un ataque con bomba antes de optar por una pistola.

El sospechoso dijo a la policía que fabricaba las armas envolviendo tubos de acero con cinta adhesiva, algunos de ellos con tres, cinco o seis tubos, con piezas que compraba en Internet, según la cadena NHK. La policía encontró agujeros de bala en un cartel pegado a una furgoneta de la campaña cerca del lugar del tiroteo, y cree que son de Yamagami. Los videos muestran a Abe volviéndose hacia el atacante tras el primer disparo antes de caer al suelo tras el segundo.

Yamagami vivía en el octavo piso de un edificio de pisos pequeños. La planta baja está llena de bares donde los clientes pagan por beber y charlar con las chicas del local. También hay un bar de karaoke que cerró. El ascensor solo se detiene en tres pisos, un diseño que ahorra costos. El hombre habría tenido que bajarse y subir un tramo de escaleras hasta su piso. Una de sus vecinas, una mujer de 69 años que vivía un piso por debajo de él, lo vio tres días antes del asesinato de Abe.

“Lo saludé pero me ignoró. Solo miraba al suelo a un costado sin llevar barbijo. Parecía nervioso”, dijo la mujer, que solo dio su apellido, Nakayama. “Era como si fuera invisible. Parecía que algo le preocupaba”. Ella paga 35.000 yenes (260 dólares) al mes de alquiler y calcula que sus vecinos pagan más o menos lo mismo.

Una mujer vietnamita que vive dos puertas más abajo de Yamagami y que dijo llamarse Mai, dijo que parecía ser reservado. “Lo vi un par de veces. Lo saludé en el ascensor, pero no dijo nada”.

Una persona llamada Tetsuya Yamagami sirvió en la Fuerza de Autodefensa Marítima entre 2002 y 2005, dijo un vocero de la Armada de Japón, pero no aclaró si se trataba del asesino, como dijeron los medios japoneses. Este Yamagami se incorporó a una unidad de entrenamiento en Sasebo, una importante base de la Armada en el suroeste del país, y fue asignado a una sección de artillería de un destructor. Luego fue asignado a un buque de entrenamiento en Hiroshima.

“Durante su servicio, los miembros de las Fuerzas de Autodefensa se entrenan con munición real una vez al año. También hacen averías y mantenimiento de las armas”, dijo un alto oficial de la Armada. “Pero como siguen órdenes cuando lo hacen, es difícil creer que adquieran conocimientos suficientes para poder fabricar armas”, dijo. “Incluso los soldados del Ejército que sirven durante mucho tiempo no saben cómo fabricar armas”.

Algún tiempo después de dejar la Armada, Yamagami se inscribió en una empresa de personal y a finales de 2020 empezó a trabajar en una fábrica de Kioto como operador de máquinas elevadoras, según informó el diario Mainichi. No tuvo problemas hasta mediados de abril, cuando faltó al trabajo sin permiso y entonces le comunicó a su jefe que quería dejarlo. Terminó el 15 de mayo.

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